En lógica, un argumento se define como un conjunto de premisas seguidas por una conclusión. [5] Un argumento puede ser sólido (válido y con premisas verdaderas) o ser persuasivo de alguna otra manera. [6] Sin embargo, un argumento no necesita ser sólido o persuasivo para ser un argumento.
EL HOMBRE COMO ARGUMENTO, propone un itinerario a través de la bilbioteca canónica de la Antropología filosófica, entendida como aquella disciplina que ha instituido el argumento del ser del hombre en el seno del concierto filosófico.